Lo que nos queda de nuestros muertos son imágenes borrosas, centelleos demasiado rápidos, recuerdos ya deformados, y su afecto, que vive en nosotros.
COLOMBE SCHNECK, La trilogía de París
Lo que nos queda de nuestros muertos son imágenes borrosas, centelleos demasiado rápidos, recuerdos ya deformados, y su afecto, que vive en nosotros.
COLOMBE SCHNECK, La trilogía de París